Alguna vez leí en un comentario bíblico que Levítico es uno de los libros menos leídos de la Biblia, y debo reconocer, ahora con pena, que mi inclusión en dicha estadística no me despertaba el mínimo resentimiento; mi principal excusa: ¿porqué tanto sacrificio de animales y leyes de purificación que hoy en día no tienen más uso?. Desde luego que en aquel entonces mi pensamiento necio aún distaba de descubrir la maravillosa clave de este libro.
Para entender la clave, fue necesario que encontrará primero la llave que me abriría las respuestas de este libro, ¿pero cuál es esa llave? la respuesta puede ser muy fácil y muy difícil a la vez, pero no hay ninguna otra, la llave es Cristo. Dicha llave me permitió descubrir entre otras cosas, que los errores humanos cuestan en realidad muy caro y que la disciplina para corregir dichos errores debe ser drástica y eficaz ya que de ninguna otra manera puede haber restauración y paz.
Con llave en mano, me sumergí a la lectura de este libro, y no tardé mucho en encontrar la clave del mismo, ante mis ojos como una pepita resplandeciente apareció justo en el capítulo 17 y el versículo 11:
"Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. "
Nuevo Hogar
Il y a 9 ans
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