Pues pasemos de lleno a los consejos que espero puedan servir a más de uno y desde luego que si alguien quiere participar, no dude en compartir los suyos que son bienvenidos.
1. Sujetar bien la cámara.
Estoy seguro de que la incorrecta sujeción de la cámara es el causante número uno de los recuerdos borrosos en nuestra memoria (fotográfica). Mi consejo es que en la medida de lo posible sujetemos la cámara con las dos manos y los codos pegados a nuestro cuerpo. Sobre todo en tomas de noche, interiores y cuando no queramos utilizar flash o esté prohibido su uso (museos, exposiciones, acuarios).
Un error común es dejarse llevar por la pequeñez y ligereza de nuestra cámara y asumamos que no es necesario más que sujetarla con dos dedos (el pulgar y el índice). Esto es muy grave sobre todo en tomas nocturnas, ya que generalmente cuando oprimimos el botón disparador, ejercemos una fuerza que nos hace mover toda la cámara, sobre todo si tenemos además el brazo al aire. Por ello es altamente aconsejable sujetar firmemente nuestra cámara. Un consejo si necesitamos más estabilidad es el contener la respiración, puesto que al respirar movemos toda la parte superior del cuerpo.
Para tomas nocturnas y en interiores, o simplemente cuando no queremos usar el flash (en lo personal siempre es así ya que soy enemigo del flash), lo mejor es utilizar un tripié, hay algunos que son pequeños, muy baratos y caben en la misma funda de la cámara, yo poseo uno que anda metido en ella y que siempre me saca de los apuros. Pero cuando no disponemos de un tripié, yo siempre recomiendo apoyar nuestra cámara contra cualquier objeto firme, por ejemplo contra la pared, el borde del respaldo de una silla, el toldo de un coche o incluso sobre nuestra rodilla, si les dijera que esto además de ayudarnos en nuestra toma se hace algo muy divertido (aunque no tanto para el fotografo que sufre en su búsqueda del perfecto equilibrio) les cuento la cantidad de veces que he hecho reír a mi esposa cuando ando en búsqueda de lugares en dónde apoyar mi cámara y que luego de una buena contorsión, al final vuelvo a ella con mi presea en mano cual niño que obtiene su golosina!.
En fin, por regla general recuerda que mientras más apoyada tengamos nuestra cámara, menor riesgo tendremos de sacar fotos movidas.
Nuevo Hogar
Il y a 9 ans
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