Sin luz no hay fotografía, sin embargo un mal aprovechamiento de ella puede ocasionarnos resultados muy inesperados. Esta entrada recomienda el poner atención a las distintas fuentes luminosas externas (ya hablaremos en otro punto sobre el uso del flash).
2. El buen uso de la luz.
Contraluz es la palabra clave a evitar a toda costa. Entiéndase dicho concepto al hecho de fotografiar apuntando de manera directa o indirecta hacía una fuente luminosa que en general es la luz solar o la emitida por cualquier lámpara.
Hay siempre dos situaciones muy comunes de contraluz en la mayoría de las fotos, la primera es en exteriores, aquí la primera recomendación es la de situarnos, en la medida de lo posible, con el sol a nuestras espaldas. Si deseamos tomar la foto a un grupo de personas, debemos tratar de poner al grupo con el sol de frente, esto será un poco molesto para ellos sobre todo en plena luz del día, pero es la mejor forma de asegurar una foto nítida, sin halos (círculos creados por el reflejo de la luz en la lente de la cámara) ni personas en penumbra. Lo mismo se aplica en escenas nocturnas cuando haya lámparas o alumbrado público, siempre evitar situarnos de frente a la fuente luminosa.
Por otro lado, en interiores, debemos tener cuidado cuando estamos cerca de una ventana ya que la cámara de manera automática compensa el exceso de luz proveniente de ella y va a "obscurecer" nuestro(s) sujeto(s) y por ello nuestras fotos saldrán obscuras. Lo mejor es tomar ventaja de esta luz para iluminar bien nuestra toma ya sea colocándonos a un lado o de espaldas a nuestra ventana. Las cámaras recientes eliminan este problema tomando dos o tres fotografías al mismo tiempo pero con diferentes ajustes de luz para combinarlas en una sola y obtener mejores resultados.
En resumen, recuerda detectar las fuentes posibles de luz que haya a tu alrededor para saber cómo ubicarte y tomar así un mejor provecho de ellas.
Nuevo Hogar
Il y a 9 ans
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