Este año se conmemora el 500 aniversario del nacimiento de uno de los teólogos y pensadores más significativos en la historia de la Reforma (Protestante) cuyo legado ha marcado, sin lugar a dudas, el curso de la historia, tanto por su esfuerzo en el servicio del Evangelio como inclusive en el precurso de la ciencia moderna*, Juan Calvino (1509-1564).
Es interesante conocer la vida de este siervo de Dios (les recomiendo leer su biografía) y más aún lo es escudriñar algunas de sus obras en las que se refleja el pensamiento de un varón cuya inspiración mantuvo un celo, no solo por la predicación, sino por la clara comprensión de la Palabra que lo consagró a una vida de servicio, compromiso y entrega.
Hace algunas semanas tuve la oportunidad de visitar Ginebra, la ciudad que en un momento le abrió las puertas y que llegó a ser una de las principales lumbreras para el mundo en muchos aspectos, por supuesto de cara al Cristianismo, pero también de manera política, económica y cultural. En este viaje pude conocer bastante acerca de Calvino y algunos de los lugares en los que se desarrolló gran parte de su historia, como por ejemplo la primera Iglesia protestante fundada en la ciudad (en la foto se aprecia el púlpito donde Calvino predicaba) la casa que lo albergaba o su biblioteca personal, entre otros. Ginebra mantiene mucho de ese patrimonio intacto y algunos de los recorridos presentan y buscan transmitir ese carácter de Calvino.
Sin embargo, debo ir al punto triste, pues la ciudad que en algún momento floreció en el esparcimiento de la Palabra hoy yace sumergida en un ambiente libertino y muy lejana de los ideales de Calvino, la inmigración, principalmente de los países musulmanes, ha mermado la sociedad e incluso pueden verse más lugares de perversión que templos o escuelas juntas… ¿Qué pasó?, ¿dónde quedó todo aquello que algún día prosperó? fueron mis cuestionamientos fruto del reflejo causado por el asombro ante esta nueva Ginebra.
Por supuesto que no hay ni la menor duda que nos encontramos presenciando las señales de los últimos tiempos, y extrañamente viene a mí un versículo que me gustaría abordar con un enfoque diferente: Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? Él les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allí se juntarán también las águilas, Lc 17.37.
Y justamente fue ese mi pensamiento, el que hoy las rapaces se alimentan de los despojos de la carne y de lo que alguna vez tuvo vida, el día de hoy los gobiernos de las naciones y aún los sistemas sociales están más lejos de la Verdad, y todo este efecto globalizador del pecado avanza a pasos agigantados, las ciudades que en un momento florecieron en el Evangelio: Alemania, Inglaterra y Estados Unidos se hallan en una completa crisis que abarca todos los esquemas.
Sin embargo, afortunadamente muy lejos de sumirme en ese pesimismo, mi corazón salta, se inquieta y se emociona, porque todo esto me hace escuchar el eco de las Palabras del Maestro, y me hacen entregarme a la esperanza prometedora de Aquél que aguarda la paz eterna, el momento se acerca, el final puede decirse que está a la puerta y sólo doy gracias a Dios porque él ya ha preparado mi corazón para ese momento. ¿Tú estás preparado?
*Vease: "El Calvinismo y la Ciencia", por Abraham Kuyper, Ex Primer Ministro de los Países Bajos. Esta obra consta de seis conferencias dictadas en la Universidad de Princeton, EUA.
4 commentaires:
Las señales de los últimos tiempos tienen dos efectos: esperanza para los que viven seguros de su morada celestial, frustración para los que desconocen su futuro en la eternidad... vivamos de tal modo que disfrutemos y echemos mano de nuestra vida eterna e invitemos a otros a gozarla... por que el tiempo está cerca!
Hoy en día, en todas partes -unas más que otras- se está viviendo claramente las señales del fin, y como tú dices, debemos de estar preparados. Yo al igual que tú puedo decir: ¡sí lo estoy!
Trabajemos y oremos para que podamos ser diferentes, no para gloriarnos, sino para manifestar a los demás que no hay Dios como nuestro Dios, además, de que habrá necesidad de escuchar acerca de este Dios nuestro maravilloso.
Sigamos siendo sal y luz a los demás.
Pues es triste ver como los lugares en donde inició la reforma requieren de misioneros que es recuerden las verdades del evangelio.
Europa se está aprtando de Dios y poco a poco están entrando en una degradación moral peor que la de otros paises pecadores.
Puede ser que esto suene un poco egoista pero yo me preocupo por mi México, pues nuestro futuro está pendiendo de un hilo. Como dijo don Benito Juarez una vez "El futuro de México depende de la libertad que le demos a los evangelicos".
Predicaba desde ahí arriba! Es excelente!
Q triste la realidad ginebrina actual.
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